Quito: los imaginarios del norte y del sur
Una vez que Jorge Yunda ganó las elecciones del pasado 24 de marzo, por redes sociales circuló una serie de discursos de orden clasista y racista que evidenció los imaginarios que componen a la sociedad capitalina. Si bien la elección de Yunda expresa una inconformidad con las élites quiteñas, que por tradición gobernaban la ciudad, no es menos cierto que esta elección detonó las estructuras de significación primarias con los cuales se define al "otro diferente".
En entrevista, Alfredo Santillán, profesor del programa de Antropología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, manifestó que las sociedades "tienen ideas pre-establecidas", que generalmente se expresan en coyunturas extraordinarias y, en este caso, las elecciones -a decir de Santillán- son eventos extraordinarios donde "se remueven las coordenadas de lo que consideramos establecido".
"La campaña estuvo destinada a mostrar a Yunda como una amenaza, como un demonio, de lo que no se quería mostrar en la ciudad", acotó el investigador, quien además expresó que esta campaña estuvo destinada a desencadenar "miedo" o "temor" hacia Yunda. No obstante, el triunfo del nuevo alcalde resulta bajo, puesto que se evidencia en el 23% con el cual alcanzó la Alcaldía de Quito.
La expectativa de los resultados, añade Santillán, derivó en el estallido social de afectación colectiva entre la sorpresa y el rechazo a los resultados, que están entrelazados con la campaña de desprestigio a Yunda a partir de una "lógica clasista-elitista: no ser de las elites sociales, no ser blanco, no representar la imagen de burgomaestre aristocrático que ha tenido la ciudad".
Producción y conducción: Andrés Sefla