Gala Cinematográfica 186
No está muy claro por qué Steven Spielberg y los productores Lucas Films decidieron realizar en 2008 una cuarta película sobre las aventuras de Indiana Jones y al cabo de tanto tiempo después de la tercera de la serie. Debieron concluir la saga con el “broche de oro” que pudo haber sido “La última Cruzada”. “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal”, aún cuando reemplazó a los villanos nazis con rusos de la ex Unión Soviética -idea que no llegó a convencer ciertamente- fue decepcionante. Un flagrante abuso de efectos especiales que llegan a hastiar, un argumento rico en inconsistencias que se extravía en el camino y un desenlace francamente falto de imaginación hacen que esta cinta provoque un justo reclamo. Parecería, por lo demás, que Harrison Ford se ha negado a aceptar el paso de los años con dignidad, al menos en su papel de Indiana Jones. Y más todavía Karen Allen, que “resucita” desde la primera película para facilitar un clásico “final feliz” para esta cuarta entrega que ojalá, lo sea también para toda la serie. De la música de esta última cinta nada más se puede afirmar que es otro trabajo de un gran maestro como es John Williams.