Paz y refugiados
En esta edición de Flacso Especiales, analizaremos el tema: Los refugiados colombianos después de la firma de Paz. ¿Qué le espera a los seis millones de desplazados que huyeron del conflicto armado interno? En junio de 2016, el gobierno y las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron el cese al fuego definitivo y bilateral, el primer paso para lograr la firma del Acuerdo de Paz a finales de septiembre, acciones con el que se pone fin a 50 años de conflicto armado en su país. ¿Qué opinan las víctimas en el exterior frente al Acuerdo de Paz?
Para analizar este tema, entrevistamos a dos refugiadas colombianas que viven en Ecuador hace un año. Vamos a escuchar los testimonios de dos víctimas del conflicto, Pamela y Cristina (nombres protegidos), su experiencia como mujeres que viven los efectos de la violencia que genera la desigualdad en su difícil proceso de salida del país de origen a uno nuevo, Ecuador donde se abren camino para ellas y sus familias. Cristina y Pamela se asumen como refugiadas a pesar de no contar con los documentos oficiales que las acrediten como tal frente a las autoridades. Tiene que ver más con sus experiencias de supervivencia.
Cristina de 21 años describe su situación inicial como refugiada: “En muchos de los casos es llegar con una mano adelante y otra atrás. No tener dinero. Llegar desorientado por no saber a dónde ir. Llegar a ver qué hacer para el siguiente día.” La decisión de la familia de Cristina fue como la de miles de familias que con incertidumbre decidieron irse. La historia de Pamela (24 años) es un ejemplo de la violencia política que la obligó huir de su país. Ella y su familia recibieron amenazas, y pasó un tiempo en la cárcel antes de decir cruzar la frontera sur. La firma de la paz ¿evitará que los colombianos saliendo de su país?
Hasta hace pocos años, el Estado colombiano negaba que existía un conflicto armado interno. En 2011, el entonces presidente Álvaro Uribe quien gobernó entre 2002 y 2010, enlistaba al menos diez razones para no hablar de conflicto armado, y referirse a ellos como terroristas vinculados al narcotráfico. De esta forma, se deslegitima el reconocimiento de las FARC como grupo beligerante cuya lucha pueda ser legítimamente reconocida. Con la firma de la paz, el Estado colombiano acepta ser el principal agente de violencia y el principal agente para la reparación de las víctimas de la guerra. Las cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) registran 5.712.506 de desplazados forzados, 220 mil muertos producto del conflicto armado interno en el periodo entre 1958 y 2012.
Ecuador es el país latinoamericano que más refugiados recibe, el Viceministerio de Movilidad Humana dijo, en febrero de 2016, que Ecuador recibió 233.049 solicitudes y otorgó el estatus de refugiados a 60.253 personas. De esa cifra, el 95% proviene de Colombia, y en menor porcentaje de otros países en guerra como Afganistán, Irak o Siria. En este contexto, también cobra relevancia el papel que el Estado ecuatoriano pueda desempeñar en la atención y la garantía de los refugiados haciendo efectivas las normativas vigentes, pero además exigiendo al gobierno colombiano la atención de sus ciudadanos que según las cifras reportadas por la Cancillería ecuatoriana, suman más de 55 mil refugiados que llegaron entre 1999 y 2013, eso sin contar a los solicitantes que no fueron aprobados.
La pacificación del conflicto interno colombiano requiere un diálogo regional para sumar acciones que beneficien a las víctimas del conflicto no sólo dentro del territorio colombiano sino también en el exterior, cuyo reto sigue siendo la aplicación de garantías y derechos más allá de las fronteras del Estado-nación. Nuestro compromiso es exigir la garantía de los derechos humanos de todos cuenten o no con un estatus migratorio de protección.
Para mayor información se recomienda LEER: Ruiz Agila, Gabriela Alejandra. "El Acuerdo de Paz para los que están afuera" (25 de julio de 2016). EDICIÓN #265. 9 páginas. Disponible en http://www.flacsoandes.edu.ec/agora/62822-el-acuerdo-de-paz-para-los-que-estan-fuera
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