Historia de O
La “Historia de O”, publicada en 1954, es una hermosa apología de las más grandiosas depravaciones sexuales sadomasoquistas. O es conducida por su René, su amante, a Roissy donde aprenderá modales: la entrega total y la dicha de la esclavitud. Sometida y flagelada con diversas fustas, la piel de O casi nunca estará libre de heridas de azote. Un azote que ella agradece, y se agranda y orgullece de recibirlo. Nos encontramos frente a una de las mejores novelas de la literatura erótica, del BDSM para ser más específicos. La autora nos presenta a una mujer ardiente y apasionada, ultrajada y humillada, que ama intensamente y con locura, que quiere ser por completo de su amante; que no dudará en perder la voluntad para encontrar la libertad encadenándose.
Las normas de Roissy son bestiales y elegantes: ataviada con chinelas de taco alto y un traje especial que permite servirse de su vientre y su grupa al tiempo que se magrea sus pechos, sin ropa interior y abierta de piernas, maquillados sus labios y pezones, esposada de manos y obligada a guardar silencio; O soportará (disfrutará) encadenada a pilastras con demencia los latigazos, fustazos y cintarazos, y abrirá con frenesí su boca, su sexo y su ano para devorar gustosa los vehementes miembros de los miembros de la sociedad de Roissy.
Al salir del castillo le regalan a O un anillo de hierro, sinónimo de su condición de mujer pública. René no conforme con prostituirla y vejarla, la ofrece a su hermano mayor Sin Stephen, su verdadero amo. Así lo entiende O, cuando se percata que él la disfruta y la trata como a su objeto personal, y que quiere marcarla con un sello de propiedad. Los tormentos y el dolor de las marcas del hierro candente en sus nalgas y de las anillas de metal que traspasan sus labios y cuelgan hasta la tercera parte de su muslo, se convierten en el orgullo de la sumisa que se sabe derramada ante su amo. O ama su propia fragilidad, la facilidad con que se despojó de su vida y su carrera como fotógrafa de modas, por el vicio y adicción de ser sometida por su dueño en las formas más viles; es que el sexo tiene mil formas, las más de ellas adictivas.
Pauline Reage nos presenta una novela soberbia, con descripciones fenomenales, con erotismo vibrante en cada oración sin necesidad de caer en palabras vulgares o lugares comunes. El argumento está contado con elegancia y sobriedad, las situaciones sexuales se encuentran de inicio a fin y van incrementando en carga erótica, sádica y masoquista. Un tratado sobre la dominación y la sumisión que explora el mundo del BDSM con la misma soltura de quien da un paseo por el parque o va de compras al supermercado. La protagonista carece de nombre, o más bien su nombre se redujo a O. Mujer Objeto, que no existe como tal más que para complacer deseos sexuales, ser encadenada y azotada, mujer que perdió su nombre e identidad, su condición de persona para convertirse en agujero. Una inmensa O, el agujero total, abierto de par en par, dispuesto a engullir sin parar, a beber néctar sin cesar. Esta es la felicidad y jactancia de la protagonista, entregarse totalmente hasta perderse ella misma. Las mujeres de Roissy encuentran la dicha en la esclavitud.