Gala Cinematografica 39
"Gringo Viejo", de 1989, es una película que pudo ser mucho mejor. O, más bien, una película que merecía no ser mala, entre otras razones porque está basada en una novela corta del gran escritor mexicano Carlos Fuentes; porque estuvo interpretada por dos grandes figuras del cine, Jane Fonda y Gregory Peck; y porque contó con una notable producción. Dirigió esta cinta el mexicano Luis Puenzo. Le puso música el estadounidense Lee Holdrigde. "Gringo Viejo" es una historia sobre las equívocas relaciones de una maestra de escuela estadounidense que va a parar a México en tiempos de la Revolución, con un líder revolucionario y con un escritor norteamericano que, en el ocaso de su vida, ha decidido ir a morir en territorio mexicano. Mientras la novela de Carlos Fuentes nos presenta una notable reflexión sobre la desesperanza de seres humanos, atrapados en un conflicto que pone a prueba sus capacidades de percepción, la película no va más allá de un relato de aventuras sin profundidad ni pretensión. La música de "Gringo Viejo" descansa fundamentalmente sobre temas de sabor mexicano. Es una buena partitura, con momentos de auténtica inspiración.
"Dos mulas para la hermana Sara" probablemente una de las partituras musicales para películas del oeste más sugestivas que hizo Ennio Morricone, fue "Dos mulas para la hermana Sara", cinta divertida, llena de acción que filmó en 1969 el director Don Siegel y que protagonizaron Clint Eastwood y Shirley McLaine. Todavía en la línea de los llamados "westerns spaghetti", esta película cuenta las vicisitudes de un aventurero que se involucra casualmente con una monja a la que se ve obligado a proteger. Al final descubrirá que las cosas no eran como parecían. Con la banda sonora original para "Dos mulas para la hermana Sara", Ennio Morricone confirmó el prestigio del que ya entonces gozaba como uno de los más originales e imaginativos compositores para el cine. Se puede reconocer su muy particular estilo, rico en efectos novedosos gracias a la heterodoxa combinación de recursos instrumentales a la que, en esta partitura, incorpora motivos de sabor litúrgico. La inspiración y gran creatividad de Morricone determinaron que Hollywood llegara a cotizarle como uno de los mejores autores de música para las películas del oeste, a la altura de clásicos como Dimitri Tiomkin.