*María Camila Londoño Molina

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Los afroargentinos, cuyas familias descienden en su mayoría de la trata de esclavos, a menudo se sienten excluidos de la historia y son confundidos con extranjeros en su propio país. En efecto, en Argentina se enseña en las escuelas que todos los negros murieron en la guerra por la independencia de España en 1813 o durante la epidemia de fiebre amarilla de esa época. De igual forma, no fue hasta el censo del 2010 que se incluyó a los negros como categoría demográfica, e incluso entonces, solo el 10% de los formularios incluían esta opción. En 1996, el propio presidente de Argentina, Carlos Menem, declaró que «no hay negros en Argentina», fortaleciendo el mito de creer que su país es blanco y mestizo. 

La historia y las contribuciones de la comunidad negra no son celebradas, ni reconocidas. La mayoría de los afroargentinos tienen sus raíces en Senegal o Cabo Verde, y han luchado para preservar e integrar su cultura en la sociedad argentina. Productos culturales como el tango, la chacarera, la carne asada argentina y los grupos de tamboreros deben agradecer a la herencia africana su creación. Y en los últimos años, Argentina ha pasado de infravalorar sus raíces africanas a redescubrirlas, ya que académicos, arqueólogos, inmigrantes y un incipiente movimiento de derechos civiles han cuestionado la idea de que africano y argentino son términos mutuamente excluyentes. Por ejemplo, el tango se creó a finales del siglo XIX, como resultado de la fusión de la cultura de los inmigrantes africanos y europeos. Se cree que el término tango tiene su origen en un término Níger-Congo que sobrevivió al paso transatlántico junto con los esclavos. Muchas organizaciones, como el Comité Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial y el Instituto Nacional de Asuntos Afro-argentinos, Afrodescendientes y Africanos (Inafro) existen para empezar a crear un cambio dentro de la comunidad argentina.

Las movilizaciones noviolentas de derechos civiles en Estados Unidos en contra del racismo y muerte de afroestadounidenses se extendieron de igual forma a Sudamérica, en especial a Brasil y Argentina. Al igual que en Estados Unidos, los negros argentinos se enfrentan a la brutalidad policial. Los miembros de la comunidad senegalesa han hablado sobre cómo sus miembros son perseguidos, golpeados, disparados y robados por la policía simplemente por vender su mercancía o sentarse fuera de sus casas.

El gobierno de Mauricio Macri, presidente de Argentina entre 2015 y 2019, desfinanció las instituciones que trabajaban por la integración de la comunidad negra. Por este motivo, la creación de Inafro ha permitido, aunque de manera reducida, poder concentrar en una institución determinada la problemática sobre la población negra argentina, donde el trabajo en relación con el Estado y la investigación sean elaborados desde la perspectiva de la comunidad afectada. Su objetivo es crear un organismo estatal a nivel nacional que transversalice el impulso, la creación y aplicación de políticas públicas y acciones afirmativas dirigidas a la población afroargentina, afrodescendiente y africana. A su vez, pretende visibilizar y poner en valor histórico, la contribución de los afrodescendientes a la identidad nacional y promover los derechos humanos de dicho colectivo.Es así que la voz de lucha en contra del racismo debe encontrarse en el lugar de los perjudicados, como lo es en este caso, la comunidad afroargentina.

Las acciones noviolentas se dieron en el 2020 a raíz de la muerte de George Floyd, Breonna Taylor, entre otros. Pero, lo cierto es que los activistas negros llevan años protestando contra la antinegritud en Argentina. Es el caso de la promoción de políticas de la identidad a través de marchas pacíficas, las cuales han logrado que las problemáticas de la alteridad que encarnaban las denominadas minorías étnicas adquieran un mayor protagonismo en el campo político. Si bien, el ajuste de cuentas racial provocado por el asesinato de George Floyd el año pasado se extendió mucho más allá de las cuestiones sobre las desigualdades en la aplicación de la ley en las comunidades de color, este ofrece a todos los argentinos la oportunidad de mantener debates críticos que disipen los mitos de la desaparición de los negros y la juglaría y lleguen a reconocer el papel de los argentinos negros en la construcción de Argentina. 

Actualmente, los migrantes y afrodescendientes en Argentina sufren el desempleo y la vulnerabilidad producto de la pandemia de COVID-19. En efecto, muchos activistas afroargentinos no creen que la actual atención mundial sobre el movimiento social Black Lives Matter vaya a cambiar pronto su realidad en Argentina, aunque hay algunos cambios oficiales como la introducción en 2013 del Día Nacional de los Afroargentinos el 8 de noviembre de cada año.

Se invita a la comunidad a leer e investigar más a profundidad el tema de la incidencia y de las acciones noviolentas del Black Lives Matter en Argentina, que recientemente se ha empezado a conversar ya que antes no se tomaba en cuenta ciertos rasgos racistas que existen dicho país.  

*María Camila Londoño Molina es ecuatoriana, Licenciada Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y escritora de publicaciones como Análisis Comparativo de las Estrategias de los Movimientos Proderechos Civiles de Afroamericanos en Estados Unidos entre las décadas de 1960 y 2010.

Publicado: 16 de marzo del 2022