El contrato que Hernán Cortés firmó con Diego Velázquez prohibía explícitamente a cualquier miembro de la expedición jugar a las cartas o a los dados. Cuando la segunda audiencia o Corte Suprema llegó a México en 1529 para investigar a Cortés, los jueces castigaron a los conquistadores con multas acumuladas por un valor de varias decenas de miles de pesos de oro por ocho años de apuestas irregulares. Sólo Cortés fue obligado a pagar 12,000 pesos de oro (el precio de 300 esclavos). En 1530, la emperatriz Isabel de Portugal, regente de España, ordenó al tesoro devolver todas las multas impuestas a los conquistadores. El Consejo de Indias arguyó que los conquistadores habían apostado por permanecer juntos cuando fueron rodeados por indígenas hostiles. Jugar a las cartas, como estipula la cédula o certificado real, ayudó a los conquistadores a mantener una defensa férrea en las líneas de infantería.
Certificado real que restaura las multas de apuestas en cartas de Hernan Cortés
Certificado real de devolución de 12,000 pesos de oro a Hernán Cortés por multas pagadas en relación al juego de cartas. Marzo 11 1530-AGI PATRONATO,16, N. 2, R. 20–1 (dominio
Jorge Cañizares-Esguerra
Lectura adicional
- Cashner, A.A. (2014) ‘Playing cards at the eucharistic table: Music, theology, and society in a Corpus Christi Villancico from colonial Mexico, 1628’, Journal of Early Modern History, 18: 383–419.
- de Covarrubias, P. (1543) Remedio de jugadores (Barcelona).
- Fajardo, F.L. (1603) Fiel Desengaño contra la ociosidad y los juegos: utilisisimo a los confesores, penitentes y justicias y demás a cuyo cargo está limpiar de vagabundos, tahúres y fulleros la Republica Cristiana (Madrid).