favicon
  • Feb 17, 2024
  • 7 minutes

Una lucha feminista desde las aulas universitarias

Nicole Alexandra Aguilar Fonseca

¿Qué sucede cuando una mujer tiene el anhelo de completar sus estudios universitarios, pero este se desvanece? ¿Se aborda suficientemente la diversidad de violencias que enfrentamos como estudiantes en las aulas? ¿Es imaginable que en el entorno educativo, la complicidad y el silencio puedan ser elementos claves que protejan a los agresores? Estas interrogantes han sido el origen y la continuidad de diversos colectivos de mujeres en las universidades ecuatorianas. Gracias a su testimonio y experiencia, estas mujeres pudieron notar la importancia de visibilizar una problemática que, por sus particularidades, adopta nuevas formas de expresión y de acecho.

A nivel mundial, la violencia contra las mujeres constituye una grave violación a los derechos humanos que impacta y trae consigo consecuencias en el plan de vida de las mujeres. Todos en algún momento hemos podido presenciarla, directa o indirectamente. Pero, ¿por qué a nadie parece alarmarle? ¿Podrá la humanidad comprender la magnitud de la pérdida de 200 millones de mujeres y niñas a causa del aborto selectivo, el infanticidio, la violencia de género y la consiguiente discriminación? Este número supera las muertes masculinas registradas en todas las guerras del siglo XX, sin embargo, el dato citado sigue siendo insuficientemente considerado.

En Ecuador, la situación lamentablemente refleja la realidad de la mayoría de países de la región. En este 2023, se han registrado 277 casos de femi(ni)cidio, siendo el 68% de ellos cometidos con arma de fuego. Las edades de las víctimas se concentran mayormente entre los 18 y 35 años. Entre estos casos, 79 mujeres jóvenes se encontraban en ese rango etario. En la actualidad, nos unimos para levantar la voz por esas 79 mujeres asesinadas a causa de la violencia basada en género. También lo hacemos por Abigail, la número 80: el pasado 16 de noviembre de 2023, las autoridades hallaron su cuerpo y presentaron cargos contra su perpetrador.

Por casos como el de Abigail, o el de Sandra, Emilia, Alejandra, estudiantes universitarias asesinadas de diversas partes del país, nos hemos organizado para visibilizar y denunciar las otras formas de violencia basada en género que sucede en las aulas de clase. En ese contexto nacieron colectivos feministas como la Coalición Feminista Universitaria (CFU) y, posteriormente, la Fundación Ciudadanas del Mundo (FCM). A través del empleo táctico de estrategias de resistencia noviolenta, estas organizaciones han posicionado la problemática en la opinión pública de la comunidad universitaria que no le daba suficiente importancia.

Para inicios de 2020, la CFU se constituyó a nivel nacional como uno de los primeros espacios provenientes de la sociedad civil, centrado en la prevención y erradicación de la violencia basada en género o violencia contra la mujer en instituciones de educación superior. A lo largo de la pandemia de COVID19, la CFU, desde la autogestión, implementó a lo largo de tres años de trabajo más de 50 campañas comunicacionales, 25 foros y talleres, dos seminarios internacionales y se constituye, hasta la actualidad, como uno de los puntos focales de incidencia juvenil de la Ley Orgánica de Educación Superior y la Ley Orgánica para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer, a través de la participación en mesas temáticas encaminadas a proveer retroalimentación al contenido de ambas leyes. Para 2021, la CFU fue reconocida con el distintivo Embajadores Ciudadanos de la organización The Millenial Movement y Global Goals Week.

Desde su conformación, la CFU ha permitido que las demandas de jóvenes mujeres estudiantes se canalicen y orienten hacia procesos de incidencia real. La actuación, y posterior proceso de articulación local con múltiples colectivas feministas de otras universidades, permitió que, por primera vez, se conformara, en el marco de las marchas nacionales por el 8 de marzo y el 25 de noviembre, el Bloque Universitario. Este exitoso proceso de articulación aglutinó la presencia de más de 800 estudiantes universitarias que, en una sola voz, exigimos instituciones de educación superior libres de violencia de género.

A la par, la CFU ha acompañado casos de violencia basada en género en las universidades del país. Pero, al ingresar formalmente los procesos de denuncia ante las instancias administrativas de cada universidad, los casos suelen ser archivados ante la ausencia de Comités de Género especializados. Bajo ese escenario se ha optado por desplegar estrategias noviolentas que permitan visibilizar las irregularidades de cada caso: convocatoria a plantones y carteladas en las facultades o la difusión de testimonios en redes sociales —principalmente, en Instagram—. De esta manera, se ha contrarrestado la pirámide de poder de las universidades donde la impunidad y el silencio operan en estos casos.

Sin embargo, las compañeras del CFU han debido afrontar riesgos significativos al intentar visibilizar una problemática de esta magnitud. Desde ser objeto de persecución constante hasta enfrentar casos de hostigamiento por parte de docentes y compañeros en las aulas. En este contexto, la lucha de las estudiantes organizadas se vio obligada a replantear su modus operandi. En un momento crucial, la necesidad de establecer una estructura de protección y de apoyo se hizo evidente, surgiendo como una evolución natural del trabajo conjunto desarrollado durante años de militancia.

A mediados del 2021, de la militancia y acompañamiento codo a codo en las calles, el trabajo de la Coalición Feminista Universitaria se institucionalizó y nació la Fundación Ciudadanas del Mundo (FCM). Hasta la fecha, su equipo se encuentra conformado por 30 mujeres estudiantes universitarias y profesionales de distintas carreras y experiencias organizativas, contribuyendo activamente en los cinco ejes de trabajo de la oenegé: capacitación, acompañamiento legal, democratización de la información, investigación e incidencia.

A dos años de su conformación, la FCM impulsó el Proyecto de Ley Orgánica para la Prevención y Erradicación de Todas las Formas de Violencia contra la Mujer en la Educación Superior, con la exasambleísta nacional Briana Villao. También ha brindado talleres de capacitación y campañas comunicacionales, ha reformado manuales de convivencia y reglamentos, brinda asesoría legal ante casos de violencia basada en género y ha participado activamente en procesos de incidencia multinivel con instituciones públicas, privadas, instituciones educativas, organizaciones de sociedad civil, agencias de cooperación internacional y, la más reciente, en la Quinta Reunión de la Mesa Directa de la Conferencia de Población y Desarrollo, en conmemoración de los 10 años del Consenso de Montevideo

Como se observa, CFU y FCM poseen en su repertorio de tácticas toda una serie de métodos de acción noviolenta, desde los métodos de protesta y persuasión a procesos sostenidos de incidencia. Estas organizaciones son capaces de permear, a nivel nacional e internacional, nuestras principales demandas como garantizar programas de prevención, atención y erradicación de violencia en todos los niveles educativos y permitir el acceso efectivo en la continuidad y titulación de las jóvenes en el sistema educativo.

Ambas organizaciones cuentan con un proyecto emblemático: las Escuelas Púrpuras. Estas nacieron como la primera escuela independiente, a nivel nacional e internacional, encaminada a empoderar y sensibilizar a la comunidad estudiantil sobre la violencia basada en género que se encuentra presente en las instituciones de educación superior en Ecuador. En estas tres primeras ediciones, las Escuelas Púrpuras capacitaron a 120 estudiantes universitarias en 15 provincias ecuatorianas y 23 universidades.

En suma, el equipo de Fundación Ciudadanas del Mundo continúa replicando este tipo de iniciativas en el país. Sabemos que la violencia basada en el género sigue siendo una problemática y los esfuerzos por visibilizar, accionar e incidir son profundamente necesarios, especialmente, en este particular momento donde las cifras de violencia, acoso y acecho en las universidades ecuatorianas van en aumento.

Por todas quienes creen en el poder movilizador de la articulación feminista ante escenarios donde el manto del silencio abriga la complicidad y cuesta millones de proyectos de vida en todo el mundo.

¡Continuamos! Y, como lo dice la directora ejecutiva de FCM, Ljubica Fuentes, trabajaremos hasta que la educación sea feminista o que no sea.

Nota de agradecimiento

A todas las mujeres universitarias que enfrentan, día a día, las vicisitudes propias de la violencia de género en las aulas de clase. Por ustedes, todo. A las compañeras de Fundación Ciudadanas del Mundo, por permitirnos soñar en grande. A Ljubica Fuentes, por ser mentora y compañera de camino incondicional. A Mikaela Granja, porque tu sensibilidad y análisis crítico perviven en cada una de las personas que acompañaste y guiaste en esta lucha.

Nicole Alexandra Aguilar Fonseca

Socióloga con mención en Relaciones Internacionales por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Investigadora y gestora de proyectos sociales por más de tres años en organizaciones de la sociedad civil. Integrante de organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en la prevención, combate y sensibilización de la violencia de género.

accionnoviolenta # accionnoviolenta # accionnoviolenta # accionnoviolenta # accionnoviolenta # accionnoviolenta # accionnoviolenta #

Patner Logo