El movimiento indígena es uno de los principales actores de este proceso, no solo por su rol en la política nacional, sino por su activa participación en los escenarios locales ubicados en zonas de antiguo conflicto inter-étnico. Los municipios, las juntas parroquiales, los programas de desarrollo rural, los centros de salud, las redes educativas, que antes fueron espacios de homogeneización bajo el proyecto modernizador conducido por el Estado nacional, son ahora escenarios de cambios políticos e institucionales que se construyen desde lo local.