La guerra de Viet Nam no es, precisamente, un capítulo que pueda enorgullecer a los Estados Unidos de América. Aparte del debate político alrededor de un acto de intervención estadounidense armada y abierta en los asuntos de otro país, está el hecho del desenlace poco honroso que la contienda tuvo para los norteamericanos y, de manera especial, el trauma que significó para muchos de los que combatieron en esa cruenta guerra, la primera que pudo ser vista en toda su crudeza casi en directo gracias a los avances de la tecnología satelital.

El afamado y multifacético director francés Louis Malle realizó, en 1965, Viva María, cinta entretenida aunque sin mayores pretensiones que parecía estar hecha en función y a la medida de sus protagonistas principales: Brigitte Bardot y Jeanne Moreau.

Una de las notables partituras escritas para el cine por Dimitri Tiomkin fue la de “The unforgiven”, de 1960. Dirigida por el gran cineasta estadounidense John Huston, esta cinta del género “western” recibió el título en castellano de “Lo que no se perdona”. Cuenta la historia de una familia de granjeros que debe enfrentar los prejuicios raciales de un pueblo irritado contra los indios kiowa. “Lo que no se perdona” contó con un elenco estelar de primera línea para la época. Lo encabezó Burt Lancaster y lo integraron Audrey Hepburn, Audie Murphy, y Doug McClure.

Una de las películas de ciencia ficción más notables y que mejor acogida de público y de crítica ha tenido en la historia del cine ha sido “Close encounters of the third kind”, de 1977, cuyo título en español fue su traducción literal: “Encuentros cercanos del tercer tipo”. Se trata de una original historia escrita y dirigida por Steven Spielberg -es, por cierto, una de sus creaciones ya clásicas- e interpretada por Richard Dreyfus.

En 2005, Terrence Malick realizó su cuarto largometraje, El nuevo mundo, a partir del relato mitad historia mitad leyenda del explorador John Smith y la indígena Pocahontas así como de las crónicas sobre la fundación de la ciudad de Jamestown y las vicisitudes de los colonizadores ingleses en las tierras del actual Estado de Virginia, a principios del Siglo XVII. Fueron protagonistas de la cinta Colin Farrell, Q’Orianka Kilcher, Christopher Plummer y Christian Bale. La partitura musical corrió a cargo de James Horner.

Los historiadores coinciden en que el apogeo de Inglaterra, que alcanzó su nivel más alto en los siglos XVIII y XIX, se inició en la segunda mitad del Siglo XVI con el reinado de Isabel I, que se extendió desde 1558 hasta su muerte en 1603. Sobre esta controvertida, casi legendaria monarca, se ha escrito una infinidad de relatos y se han hecho incontables películas.

Uno de los más prestigiosos directores del cine italiano de la segunda mitad del Siglo XX, Luigi Magni, realizó en 1982 una encantadora película: “Permaneced buenos, si podéis”, título tomado de la frase característica -convertida en lema- de San Felipe Neri, en cuya vida se basa la cinta. Fueron sus protagonistas Johny Dorelli, Philippe Leroy, Mario Adorf y Angelo Branduardi, quien tuvo a cargo la partitura musical de la película.

En la mejor tradición de las películas de capa y espada se realizó, en 1998, El hombre de la máscara de hierro, que constituye una versión muy libre de la famosa leyenda del misterioso prisionero en la cárcel de La Bastilla a quien se le condenó a usar una máscara de sólido hierro para que nadie pudiera identificarle. La película fue dirigida por Randall Wallace y contó con un reparto de lujo que incluyó a Leonardo di Caprio, Jeremy Irons, Gerard Depardieu, John Malkovich y Gabriel Byrne. La música de esta cinta fue compuesta por Nick Glennie-Smith.

En criterio de algunos críticos, El Alamo de 2004, dirigida por John Lee Hanckok, no era una película necesaria. En el intento de ir algo más allá de la euforia patriótica que caracterizó a la versión de 1960, dirigida por John Wayne, no pudo evitar perderse en una serie de elucubraciones sobre las personalidades de los protagonistas del episodio histórico y, de alguna manera, confundir la real comprensión de lo que significó la batalla que, en 1836, libró un puñado de independistas texanos contra el ejército regular mexicano.