Aquí estamos, los pueblos que se organizan, las comunidades que luchan, los barrios que hacen vigilia. Aquí estamos, con nuestros reclamos históricos, con nuestra revolución silenciosa, junto a nuestrxs vecinxs, por nuestra libertad, nuestra memoria. Alzamos la voz por nuestra autorepresentación, nuestras raíces, nuestra realidad frente a la corrupción, el silenciamiento y la invisibilización. Protestamos, resistimos, reciclamos, reinventamos: nuestra recursividad se encuentra en la mano amiga de habitantes del barrio querido, del edificio o de la hectárea legítimamente ocupada para la vivienda digna. Aquí estamos, por la vida digna.